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  • Diario Perfil
    Las ausencias en la Legislatura porteña complicaron la sanción de leyes en 2010


    9 de enero de 2011

    La cantidad de normas aprobadas bajó 25% respecto a 2009. De las 39 sesiones, hubo legisladores que faltaron hasta 23 veces. Las causas, motivos y excusas que esgrimen.



    Embarazos y enfermedades. Pero también viajes oficiales que solventa la Legislatura. Los motivos son distintos pero el efecto el mismo: si tuvieran un plus salarial por presentismo, ninguno de los sesenta legisladores porteños se lo hubiera podido ganar.

    Y, según informe parlamentario al que accedió PERFIL, entre marzo y noviembre el trabajo legislativo con respecto a 2009 bajó el 25% en cuanto a la cantidad de leyes aprobadas.

    En el período que va del primero de marzo al 2 de diciembre de 2010 los diputados de la Ciudad aprobaron 242 leyes contra 321 del mismo período del año anterior. Si se toma en cuenta la incidencia que tienen las leyes sancionadas sobre el total de normas (resoluciones y declaraciones), se pasó del 23,19% en 2009 al 16,72%. En el mismo sentido los proyectos enviados por el Ejecutivo bajaron el 40% (de 152 a 92).

    Por su parte, según se desprende de las versiones taquigráficas, hubo 29 sesiones ordinarias y diez especiales entre marzo y noviembre. Entre los diputados que más faltaron, según el informe, aparece el radical Claudio Presman con 12 ausencias. Aunque presentó 205 proyectos de ley, el diputado tuvo que justificar sus faltas: “No fui por fiestas religiosas, alguna que estuve enfermo y tres por viajes oficiales. No soy de faltar, no he dejado de ir a ninguna sesión especial. Incluso el Día del Perdón estuve y me fui a las seis de la tarde”. Presman, quien preside el bloque de la UCR, también aprovechó para criticar los mecanismos que utiliza la oposición cuando no baja al recinto. “Hubo casos que por decisión política no quisimos estar, pero deberíamos encontrar una forma de no jugar con el quórum y que siempre podamos sesionar para que haya actividad legislativa”.

    Según las actas de las versiones taquigráficas, otro de los más faltadores fue Bruno Screnci, de PRO, con 11 faltas. En diálogo con este diario el legislador negó haber tenido esa cantidad de ausencias. “Hubo tres o cuatro sesiones que estuve de viaje, pero suelo estar presente.” Uno de ellos fue a China, junto a otros dos diputados (el peronista Diego Kravetz y Juan Pablo Arenaza, de la Coalición Cívica) y el titular de Subterráneos de Buenos Aires, Juan Pablo Piccardo. “Otro fue un viaje para observar las elecciones de EE.UU., donde también fueron otros diputados. Fuera de los viajes asistí a todas las sesiones mientras estuve en Buenos Aires, y no tuve faltas injustificadas”, expresó Screnci, quien además fue el primer legislador en presentar un proyecto en 2010.

    Con la misma cantidad de ausencias, aunque 210 iniciativas en su haber, Rafael Gentili (de Proyecto Sur) apuntó: “Falté una vez por el fallecimiento de un familiar, y dos estuve de viaje. Pero hubo varias sesiones por el tema trapitos en las que la oposición no dio quórum porque PRO quería imponer una posición que la mayoría no compartía”. Según agregó, el macrismo es un obstáculo, en muchos casos, para sancionar normas: “Fue un año en el que PRO ha desarrollado mecanismos para evitar el tratamiento de leyes, como las vinculadas a las elecciones”.

    Por su lado, dos legisladoras de PRO faltaron por embarazo. Una de ellas lo hizo a 23 sesiones (María Eugenia Rodríguez Araya) y la otra a 15 (Carolina Stanley).

    Entre los legisladores más cumplidores aparecen cinco de PRO: el vicepresidente de la Legislatura, Oscar Moscariello (sólo tres faltas, pero una porque tuvo que reemplazar a Macri como jefe comunal), y con cuatro ausencias Alejandro García, Karina Spalla, María Raquel Herrero y Carmen Polledo. García, quien responde a Gabriela Michetti, opinó al respecto: “No creo que sea un mérito porque disfruto de los debates en el recinto”. Y agregó: “Algunos de los discursos de la oposición, por lo tragicómicos, me evitan recurrir al cine para distenderme. Para mí las sesiones son terapia, gracias a la concurrencia al recinto no necesito ir al psicólogo”.

    Por su lado, Spalla dijo que no falta porque “las sesiones son parte fundamental del trabajo, donde además se ponen de manifiesto las personalidades de cada uno. En ese sentido, a veces la Legislatura es como un reality donde hay estrategias, alianzas y traiciones”.

    Las faltas sin justificar se descuentan

    Las ausencias al recinto de la Legislatura pueden ser de dos tipos: justificadas con aviso o sin aviso o injustificadas. En este contexto en tres sesiones el ausentismo fue masivo (el 3 de junio, el 19 de agosto y el 28 de noviembre) y sin justificación previa. ¿Se les descuenta parte del salario a los diputados? El titular de la Legislatura, Oscar Moscariello (PRO), explicó: “Las faltas son aquellas vinculadas a problemas personales o viajes oficiales. Por lo general los diputados comunican sus ausencias. Si, en cambio, las ausencias no están justificadas se les descuenta la dieta. En caso de estar justificada, no”.

    ¿Hay un plus por presentismo?, consultó PERFIL. “No, no existe, pero quiero agregar que si nos comparamos con el Congreso, batimos récord de asistencia”.

    Ahora bien, en el caso de sesiones que se caen por falta de quórum, si bien se toma asistencia a través de la secretaria parlamentaria, no hay descuentos.

    “Hay sesiones que por cuestiones políticas no se concretaron. Pero eso no implica faltas injustificadas”, aclaró Moscariello.

Alejandro García