No más máquinas en las escuelas

Los legisladores del PRO Helio Rebot y Alejandro García presentaron un proyecto para prohibir máquinas expendedoras de alimentos y bebidas en los colegios porteños. Buscan que en dichos establecimientos los niños no puedan acceder a “alfajores y papas fritas con sólo una moneda”.

Los legisladores porteños parecen haberse enfocado en combatir una de las enfermedades que los expertos sanitaristas señalan como “endémica” del Siglo XXI: La obesidad infantil. Hace unas semanas se conoció la iniciativa del diputado Juan Cabandié de imponer los “kioscos saludables” en los colegios de la Ciudad (ver nota). Ahora, diputados del oficialismo intentarán prohibir las máquinas expendedoras de alimentos y bebidas.

Helio Rebot y Alejandro García presentaron un proyecto para quitar los aparatos de venta automática de golosinas y comida chatarra de las escuelas porteñas. Al mismo tiempo, establecen la obligatoriedad de la “instalación y funcionamiento de máquinas expendedoras de agua potabilizada fría” en los edificios educativos.

La iniciativa impone “una quita porcentual de subsidio mensual que reciba el establecimiento por parte del Estado o, de no poseerlo, una multa de 500 a 5000 pesos”, en caso de incumplir la norma propuesta.

“Está científicamente comprobado a nivel mundial el perjuicio que trae aparejado para la salud, una mala alimentación basada en la ingesta excesiva de alimentos hipercalóricos. En este sentido, resulta de vital importancia el cuidado de los alimentos que consumen a diario los niños”, aseguran los diputados porteños en los fundamentos de la presentación.

“Desde hace más de diez años proliferó la instalación de máquinas expendedoras de alimentos y bebidas, a las cuales se accede con el simple depósito de una moneda. Merituando que la mayoría de los alimentos que se expenden por este sistema son hipercalóricos (papas fritas, alfajores, entre otros.), y que las bebidas gaseosas que se comercializan por este sistema poseen un alto grado de azúcares concentrados o endulzantes que no resultan recomendables para la población infanto-juvenil, se hace necesario la prohibición de este tipo de expendio de alimentos, nocivos para una alimentación saludable”, finalizan.